Accidentes felices

Mis errores habituales con la Diana y su hermana pequeña vienen derivados de mi despiste a la hora de pasar el carrete manualmente. A lo mejor guardo la cámara y cuando voy a volver a usarla recuerdo que no había avanzado la película, pero justo después de apretar el disparador encima del fotograma anterior. Otras veces quito y pongo el protector de la lente de forma mecánica y dudo de si he echado la foto. Para asegurarme vuelvo a disparar y el resultado es un retrato doble con movimiento, o bien una escena con un extra de inquietud. También ocurre que la Mini-Diana se rebela cuando andas cambiándole el formato y dos imagenes acaban solapándose de manera caprichosa. Tenía una Pentax analógica que avanzaba la película de forma automática y una Werlisa que tenía un seguro para no sobreexponer fotos. No eran cámaras enfocadas a la experimentación, más bien aseguradas contra accidentes. En cualquier caso he descubierto que la sobreexposición fortuita de imágenes suele ser bastante más satisfactoria cuanto más involuntaria.

written by elcazadordearcoiris on 2011-03-15